USO DEL TELÉFONO MÓVIL

Hoy por hoy es más común de lo que pensamos ver a conductores que compatibilizan la conducción de su vehículo con el uso del teléfono móvil, ya sea para usar el whatsapp, navegar por Internet o para mandar mensajes de texto.


Lo que más llama la atención es que lo hacen con toda tranquilidad sin tomar demasiada conciencia de lo peligroso que puede ser.


Todos conocemos el peligro del uso del teléfono móvil mientras conducimos, de la distracciones que produce, pero a la vez muchos pensamos que "yo soy capaz de conducir y hablar por el móvil".


Este pensamiento está muy extendido entre la mayoría de los conductores, sobre todo cuando conducimos por vías urbanas, en las que nos creemos que "controlamos" más. Un factor que puede influir en esta falsa sensación de seguridad puede ser la velocidad, mas baja que por cualquier carretera, y que por tanto nos creemos que controlamos mejor el coche.


Bien pues evidentemente es cierto que la velocidad en vía urbana es mucho menor que en carretera, pero lo que no cambia es el TIEMPO DE REACCIÓN, ya que ese es inherente a la persona, y depende principalmente de la edad, atención prestada a la conducción y de condicionantes externos y/o puntuales como pueden ser la ingesta de alcohol o drogas que hacen que ese tiempo de reacción aumente considerablemente. Podemos definir el tiempo de reacción como el tiempo que transcurre desde que produce la primera percepción del peligro, hasta el momento material de ejecutar la maniobra.


Si tenemos en cuenta que tiempo de reacción de un conductor joven y alerta puede estar entre 0.75 y 1 segundo y el de una persona mayor es de 2 a 2.5 segundos, y partiendo de una velocidad de 36 km/h, no muy alta en vía urbana, el vehículo conducido por la persona joven alerta y en perfectas condiciones psicofísicas recorrería de 5 a 10 metros antes de que su conductor accione el freno, tras identificar un peligro, y la persona mas mayor en torno a los 20 o 25 metros.


Si a esto además sumamos el tiempo, por ejemplo en el caso de una frenada, que va desde que pisamos el freno hasta que efectivamente éstos empiezan a frenar el vehículo, que se puede estimar en un mínimo de 0,5 segundos también, ya sumamos otros 5 metros a esos iniciales, y en este punto, aún no ha empezado a frenar el vehículo. Y ya hemos recorrido más de 12 metros en el mejor de los casos.




¿Verdad que parece imposible cuando sucede en la práctica?. La mayoría de los conductores no son conscientes de estar viviendo ese "TIEMPO DE REACCIÓN" cuando frenan y la sensación de haber recorrido esos metros, cruciales en ocasiones, les pasa desapercibida.


Ya hemos visto que en condiciones físicas normales y optimas de atención a la circulación, un vehículo puede recorrer aproximadamente y en el mejor de los casos un mínimo de 12 metros, desde que su conductor percibe el peligro hasta que actúa para evitarlo.



Si metemos en juego una de las distracciones mayores que puede haber en la conducción, como puede ser el USO DEL TELEFONO MÓVIL, a esa distancia mínima e imposible de evitar, hay que sumarle la que recorre el vehículo, sin que nos hayamos percatado del peligro, es decir el tiempo de PERCEPCIÓN, puede llegar a ser de varios segundos, con lo que en nuestro supuesto de velocidad (36Km/h = 10 m/s), pueden ser, en el caso de 2 o 3 segundos, de 20 o 30 metros más.


Desde Responsible Young Drivers, una asociación que promociona la seguridad de los jóvenes en la vía pública realiza un experimento en video muy particular.



En un coche de la autoescuela engañan a los alumnos asegurando que existe un nuevo examen para sacar la licencia. Así miden la capacidad que tienen de escribir SMS mientras conducen.


Lo interesante es ver como ambas tareas son realmente incompatibles. Disfruta de este divertido video.

Aunque el video no está en español, habla por si solo




¡¡¡¡  SI CONDUCES, NO UTILICES EL MOVIL !!!!

Recordar que el uso del teléfono móvil durante la conducción es una infracción al Reglamento General de Circulación, sancionada con 200€ y la pérdida de 3 puntos del permiso de conducción.